¡Sea parte de esta increíble experiencia y vívala como solamente con la Delegación Tica lo puede hacer!
Desde el viaje por carretera del Distrito Federal hacia León y de vuelta, todo es una aventura. Serán 5 días de emoción y diversión intensas en los que podrá disfrutar firma de autógrafos en las concesionarias, el Shakedown en San Juan de Otates, la Ceremonia Inaugural en Guanajuato, las Etapas Especiales en paisajes asombrosos ... como los del Cerro del Cubilete, Alfaro, Ortega, Ibarrilla... en fin, un sueño hecho realidad para los amantes del rallismo y el punto de partida de una pasión a largo plazo para los que nunca han experimentado este deporte. También se tendrá la oportunidad de conocer a los pilotos y estar cerquísima de los carros, todo esto en el Poliforum León, hogar del WRC Corona Rally México.
Adicionalmente, habrá oportunidad de comprar artículos de cuero de primera calidad a precios increíbles en la Zona Piel (León es la capital del cuero en México), ubicada a tan solo 100 metros del hotel. La oferta gastronómica en León es extensa y variada, desde el restaurante más lujoso hasta el "changarro" de la esquina (este último se ha convertido en una visita obligada parala Delegación Tica!!!).
El paquete para viajar con la Delegación Tica incluye:
• Tiquete aéreo SJO-DF-SJO.
• 6 días/5 noches en Hotel Holiday Inn León (ocupación cuádruple).
• Carro de alquiler sencillo (en base a grupos de 4 personas).
• Camiseta oficial de la Delegación (1 por paquete*).
• Calcomanías oficiales de la Delegación (juego de 3 por carro).
*Camisetas adicionales estarán disponibles a un costo adicional.
EL PRECIO DEL PAQUETE ES DE US$900 (novecientos dólares americanos) y se reserva con US$150 (ciento cincuenta dólares americanos NO REEMBOLSABLES). EL precio NO INCLUYE los impuestos de salida. La totalidad del paquete debe ser cancelada un mes antes de la fecha de salida de la Delegación hacia el evento.
Contamos con la exitosa experiencia de haber llevado ya 3 delegaciones a este evento (2007-2008-2010). Además, los guías van preparados con un itinerario diseñado para sacarle el máximo provecho al viaje, en cuenta etapas de enlace donde se puede estar un rato con los pilotos mientras se preparan para salir a su siguiente etapa especial.
Para mayor información y/o reservas por favor contactar a:
EDUARDO CORRALES
Cel: 8317-9373
E-mail: eecc04@gmail.com
LUIS FERNANDO CÉSPEDES
Cel: 8371-4026
E-mail: lufece15@hotmail.com
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Re: Viaje delegacion tica 2011 Wrc Mexico
Las fechas serian salir el miercoles 2 de marzo en el 1er vuelo hacia mexico tipo 7 am y nos regresamos lunes 7 de marzo en el vuelo nocturno desde el df a las 8 pm
tambien estamos en FB
http://www.facebook.com/?ref=home#!/eve ... 2300665897
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Re: Viaje delegacion tica 2011 Wrc Mexico
Han pasado casi dos años desde la última vez que estuvimos en León, Guanajuato. La espera se ha hecho eterna, pero los días pasan rápido y la emoción es cada vez más grande. Todo está listo para tomar el avión que nos ha de llevar hacia una de las experiencias más formidables para un verdadero amante del rallismo: vivir en carne propia una fecha del Campeonato Mundial del Rallies.
El WRC (World Rally Championship, por sus siglas en inglés) reúne a las mejores tripulaciones en torno a una de las disciplinas del deporte motor más exigentes y peligrosas, pero a la vez espectaculares y adictivas. Piloto y navegante deben acelerar a fondo y sortear curvas imposibles, pasos angostos, bados, columpios y demás obstáculos naturales en las superficies más diversas, difíciles y cambiantes con la única intención de restarle segundos e incluso décimas al crononómetro para ser los más rápidos en los tramos recorridos, algo nada fácil cuando se compite contra otras tripulaciones igual o peor de decididas a darlo todo por resultar vencedores. Sangre o mocos, como decimos en el ambiente criollo del rallismo.
Los fanáticos de este deporte en Costa Rica esperamos con verdadera ansiedad el arranque de nuestro campeonato nacional, que en los últimos años ha ido corriendo su fecha hasta el comienzo del segundo trimestre del año; meses que se hacen largos pues la necesidad del olor a gasolina y la velocidad implícita en esta disciplina se vuelven realmente urgentes, pero hablar de ir a una fecha del mundial de rallies son otros cien pesos. No hay punto de comparación.
Para mí ésta será la tercera oportunidad en que acudo a tan magno evento, sin embargo con los años me he dado cuenta que cada vez que asisto es como si fuera la primera vez, y aún mucho mejor. La expectación de volar a tierras aztecas y tener al alcance de la mano esos autos que estamos acostumbrados a ver solamente por televisión se vuelve una tortura que bien vale la pena soportar. El reloj no para su marcha y cada segundo vivido es un segundo menos para reencontrarme con mis ídolos de tantos años. Siempre en algún momento surge la comparación de ir a una fecha del mundial de rallies con ir a un mundial de fútbol (los que me conocen bien saben que dicha comparación me resulta sumamente odiosa…) y aunque algo de cierto hay, solamente puedo decir que en un mundial de rallies uno puede estar a la par de los autos y sus tripulaciones y hasta interactuar con ellos (la mayoría son accesibles y simpáticos), algo que veo demasiado difícil si no imposible en un mundial de fútbol. Otra gran ventaja del rally.
A esto hay que sumarle el compartir durante casi una semana con un grupo de locos -la gran mayoría amigos de correrías rallísticas- y todos aquellos que hemos ido sumando en tierras mexicanas en cada visita, y con eso tenemos los ingredientes perfectos para muchos buenos recuerdos que a Dios gracias alcanzan para hacer la espera de dos años lo más soportable posible. Si algo me ha dejado el rallismo ha sido justamente eso: amigos. Con algunos el asunto ha trascendido lo meramente deportivo y ahora son parte importante de mi vida, tanto en los negocios como en lo personal, y en el caso de los que he hecho en México, no puedo más que estar agradecido de haber tenido la oportunidad de asistir a este evento y de rebote haberlos conocido. Grandes personas los mexicanos, no cabe la menor duda, que desde el instante en que llegamos por allá nos llenan de atenciones y nos hacen sentir en casa (un abrazo para Marcos y Omar, ¡definitivamente tienen que venir a disfrutar un rally en Costa Rica!).
Desde el momento en que se cierra la puerta del avión y se comienza el procedimiento de despegue, todo lo demás se queda atrás. Estamos en “modo rally” y no se habla ni se hace nada más que no tenga que ver con el WRC. Las conversaciones durante el vuelo giran en torno a lo que hemos vivido antes y a lo que nos espera en esta nueva aventura. Las tres horas de vuelo transcurren rápido y de pronto estamos sobrevolando el Distrito Federal. Tocamos suelo y ahora solamente unos cuántos trámites en aduana y el Rent-A-Car nos separan de nuestra tan esperada experiencia. ¡El WRC ha comenzado para nosotros!
Salimos con los autos rentados rumbo a León. Son 4-5 horas de volar rueda a velocidades promedio de 130 Km/h en carreteras de primer mundo, disfrutando del paisaje y repasando los planes que tenemos para sacarle jugo a este viaje de puro placer. Al ver el rótulo de “Querétaro” sabemos que nos resta medio camino. Todavía está claro pero ya son más de las seis cuando vemos a lo lejos el Cerro del Cubilete, uno de los lugares donde en los próximos días veremos los World Rally Cars pasar a lo que dan. Estamos cada vez más cerca. La emoción crece cada vez más. Me siento como si fuera la primera vez, pero la diferencia es que ya no ando perdido, ahora me ubico mucho mejor. Me siento como en casa.
Comienza a caer la noche cuando entramos al Boulevard Adolfo López Mateos, y la llegada al Poliforum León ahora es inminente. En el auto nadie piensa en llegar al hotel, dejar el equipaje y tomar un baño para luego descanzar. No. Jamás. Eso se hará después. Primero lo primero. Hasta no poner nuestros pies en el sagrado recinto del Poliforum no sentiremos que hemos llegado a nuestro destino. Mientras no hayamos caminado por sus pasillos no podremos creer que es realidad y no solamente un sueño. Hasta que no veamos con nuestros propios ojos los autos de rally reposando en total tranquilidad a la espera del Shakedown no estaremos seguros de que estamos en el WRC, de que somos parte de algo tan grande y maravilloso como lo es una fecha del mundial de rallies. Para esto hemos esperado dos años. En esto estamos invirtiendo con tanto amor nuestro dinero. Cuando se llena la boleta de migración deberíamos citar el Poliforum León como nuestro lugar de destino, y no el hotel al cuál vamos si acaso a bañarnos y cambiarnos de ropa. Siempre lo he pensado de esa manera…
La primera vez que fuimos en 2007 tardamos minutos preciosos en encontrar la forma de girar a la izquierda para llegar al Poliforum puesto que el carril interno a lo largo de varios kilómetros es exclusivo para el “Opti-Bus” y sobre la avenida no se puede girar en “U” (finalmente de todas formas lo hicimos…) Esta vez anticipamos el giro y en un dos por tres estamos a la entrada del Parque de Servicio. Aquí sucederá todo, este es el cuartel general. Atravezamos la reja principal (que es de acceso restringido) y pareciera que ya nos conocen puesto que no nos dicen nada. Buscamos donde parquear el auto, y el único lugar disponible es al lado del Delegado Médico de FIA, ni modo…
Tan solo salir del auto y las primeras personas que nos encontramos son Dani Sordo y Marc Marti. Nos voltean a ver y nos sonríen tímidamente. De repente un escalofrío nos recorre la columna vertebral y caemos en la cuenta de que estamos ya en el Poliforum, que este tipo de encuentros será la regla y no la excepción durante los siguientes cinco días. Vuelvo a pensar que aquí sucederá todo, que este es el cuartel general, y un sentimiento de gozo y paz se apoderan de mí. Me siento como en casa. Nada más caminar unos cuantos metros y estamos recorriendo esos pasillos tan anhelados durante tanto tiempo, donde a nuestra izquierda un desfile estático de Citroëns y Fords bellamente decorados es testigo silencioso de nuestro regreso a la ingenuidad de la niñez tardía. Seguramente las personas a nuestro alrededor deben sonreír por nuestras caras de asombro, y pensarán que en la vida habíamos visto algo semejante, pero la verdad es que son ya tres ocasiones en que tengo la dicha de vivir esta fantasía y nunca es igual. Para mí es como navidad, y ahora sí me lo creo: estamos en el WRC.
Nada más me resta la formalidad de retirar mi acreditación de fotógrafo y podemos irnos a hacer el check-in en el hotel, pero mientras caminamos de regreso hacia el auto me pregunto por qué debemos marcharnos si ahí nos sentimos tan a gusto, y entonces todo el cansancio por el viaje y la excitación se hacen evidentes. Aún debo comprar un teléfono celular para llamar a casa y contactar a los amigos locales, pero a pesar de ser más de las 9:00 p.m. es algo que no nos preocupa, al fin de cuentas acá “ICE” solamente es la palabra en inglés para el hielo y de seguro en cualquier puesto a la orilla de la calle en menos de 5 minutos tendremos aparato y tiempo aire para cumplir con esas llamadas. Algo más que me recuerda que estoy en una fecha del Campeonato Mundial de Rallies. Al fin hemos llegado.
El WRC (World Rally Championship, por sus siglas en inglés) reúne a las mejores tripulaciones en torno a una de las disciplinas del deporte motor más exigentes y peligrosas, pero a la vez espectaculares y adictivas. Piloto y navegante deben acelerar a fondo y sortear curvas imposibles, pasos angostos, bados, columpios y demás obstáculos naturales en las superficies más diversas, difíciles y cambiantes con la única intención de restarle segundos e incluso décimas al crononómetro para ser los más rápidos en los tramos recorridos, algo nada fácil cuando se compite contra otras tripulaciones igual o peor de decididas a darlo todo por resultar vencedores. Sangre o mocos, como decimos en el ambiente criollo del rallismo.
Los fanáticos de este deporte en Costa Rica esperamos con verdadera ansiedad el arranque de nuestro campeonato nacional, que en los últimos años ha ido corriendo su fecha hasta el comienzo del segundo trimestre del año; meses que se hacen largos pues la necesidad del olor a gasolina y la velocidad implícita en esta disciplina se vuelven realmente urgentes, pero hablar de ir a una fecha del mundial de rallies son otros cien pesos. No hay punto de comparación.
Para mí ésta será la tercera oportunidad en que acudo a tan magno evento, sin embargo con los años me he dado cuenta que cada vez que asisto es como si fuera la primera vez, y aún mucho mejor. La expectación de volar a tierras aztecas y tener al alcance de la mano esos autos que estamos acostumbrados a ver solamente por televisión se vuelve una tortura que bien vale la pena soportar. El reloj no para su marcha y cada segundo vivido es un segundo menos para reencontrarme con mis ídolos de tantos años. Siempre en algún momento surge la comparación de ir a una fecha del mundial de rallies con ir a un mundial de fútbol (los que me conocen bien saben que dicha comparación me resulta sumamente odiosa…) y aunque algo de cierto hay, solamente puedo decir que en un mundial de rallies uno puede estar a la par de los autos y sus tripulaciones y hasta interactuar con ellos (la mayoría son accesibles y simpáticos), algo que veo demasiado difícil si no imposible en un mundial de fútbol. Otra gran ventaja del rally.
A esto hay que sumarle el compartir durante casi una semana con un grupo de locos -la gran mayoría amigos de correrías rallísticas- y todos aquellos que hemos ido sumando en tierras mexicanas en cada visita, y con eso tenemos los ingredientes perfectos para muchos buenos recuerdos que a Dios gracias alcanzan para hacer la espera de dos años lo más soportable posible. Si algo me ha dejado el rallismo ha sido justamente eso: amigos. Con algunos el asunto ha trascendido lo meramente deportivo y ahora son parte importante de mi vida, tanto en los negocios como en lo personal, y en el caso de los que he hecho en México, no puedo más que estar agradecido de haber tenido la oportunidad de asistir a este evento y de rebote haberlos conocido. Grandes personas los mexicanos, no cabe la menor duda, que desde el instante en que llegamos por allá nos llenan de atenciones y nos hacen sentir en casa (un abrazo para Marcos y Omar, ¡definitivamente tienen que venir a disfrutar un rally en Costa Rica!).
Desde el momento en que se cierra la puerta del avión y se comienza el procedimiento de despegue, todo lo demás se queda atrás. Estamos en “modo rally” y no se habla ni se hace nada más que no tenga que ver con el WRC. Las conversaciones durante el vuelo giran en torno a lo que hemos vivido antes y a lo que nos espera en esta nueva aventura. Las tres horas de vuelo transcurren rápido y de pronto estamos sobrevolando el Distrito Federal. Tocamos suelo y ahora solamente unos cuántos trámites en aduana y el Rent-A-Car nos separan de nuestra tan esperada experiencia. ¡El WRC ha comenzado para nosotros!
Salimos con los autos rentados rumbo a León. Son 4-5 horas de volar rueda a velocidades promedio de 130 Km/h en carreteras de primer mundo, disfrutando del paisaje y repasando los planes que tenemos para sacarle jugo a este viaje de puro placer. Al ver el rótulo de “Querétaro” sabemos que nos resta medio camino. Todavía está claro pero ya son más de las seis cuando vemos a lo lejos el Cerro del Cubilete, uno de los lugares donde en los próximos días veremos los World Rally Cars pasar a lo que dan. Estamos cada vez más cerca. La emoción crece cada vez más. Me siento como si fuera la primera vez, pero la diferencia es que ya no ando perdido, ahora me ubico mucho mejor. Me siento como en casa.
Comienza a caer la noche cuando entramos al Boulevard Adolfo López Mateos, y la llegada al Poliforum León ahora es inminente. En el auto nadie piensa en llegar al hotel, dejar el equipaje y tomar un baño para luego descanzar. No. Jamás. Eso se hará después. Primero lo primero. Hasta no poner nuestros pies en el sagrado recinto del Poliforum no sentiremos que hemos llegado a nuestro destino. Mientras no hayamos caminado por sus pasillos no podremos creer que es realidad y no solamente un sueño. Hasta que no veamos con nuestros propios ojos los autos de rally reposando en total tranquilidad a la espera del Shakedown no estaremos seguros de que estamos en el WRC, de que somos parte de algo tan grande y maravilloso como lo es una fecha del mundial de rallies. Para esto hemos esperado dos años. En esto estamos invirtiendo con tanto amor nuestro dinero. Cuando se llena la boleta de migración deberíamos citar el Poliforum León como nuestro lugar de destino, y no el hotel al cuál vamos si acaso a bañarnos y cambiarnos de ropa. Siempre lo he pensado de esa manera…
La primera vez que fuimos en 2007 tardamos minutos preciosos en encontrar la forma de girar a la izquierda para llegar al Poliforum puesto que el carril interno a lo largo de varios kilómetros es exclusivo para el “Opti-Bus” y sobre la avenida no se puede girar en “U” (finalmente de todas formas lo hicimos…) Esta vez anticipamos el giro y en un dos por tres estamos a la entrada del Parque de Servicio. Aquí sucederá todo, este es el cuartel general. Atravezamos la reja principal (que es de acceso restringido) y pareciera que ya nos conocen puesto que no nos dicen nada. Buscamos donde parquear el auto, y el único lugar disponible es al lado del Delegado Médico de FIA, ni modo…
Tan solo salir del auto y las primeras personas que nos encontramos son Dani Sordo y Marc Marti. Nos voltean a ver y nos sonríen tímidamente. De repente un escalofrío nos recorre la columna vertebral y caemos en la cuenta de que estamos ya en el Poliforum, que este tipo de encuentros será la regla y no la excepción durante los siguientes cinco días. Vuelvo a pensar que aquí sucederá todo, que este es el cuartel general, y un sentimiento de gozo y paz se apoderan de mí. Me siento como en casa. Nada más caminar unos cuantos metros y estamos recorriendo esos pasillos tan anhelados durante tanto tiempo, donde a nuestra izquierda un desfile estático de Citroëns y Fords bellamente decorados es testigo silencioso de nuestro regreso a la ingenuidad de la niñez tardía. Seguramente las personas a nuestro alrededor deben sonreír por nuestras caras de asombro, y pensarán que en la vida habíamos visto algo semejante, pero la verdad es que son ya tres ocasiones en que tengo la dicha de vivir esta fantasía y nunca es igual. Para mí es como navidad, y ahora sí me lo creo: estamos en el WRC.
Nada más me resta la formalidad de retirar mi acreditación de fotógrafo y podemos irnos a hacer el check-in en el hotel, pero mientras caminamos de regreso hacia el auto me pregunto por qué debemos marcharnos si ahí nos sentimos tan a gusto, y entonces todo el cansancio por el viaje y la excitación se hacen evidentes. Aún debo comprar un teléfono celular para llamar a casa y contactar a los amigos locales, pero a pesar de ser más de las 9:00 p.m. es algo que no nos preocupa, al fin de cuentas acá “ICE” solamente es la palabra en inglés para el hielo y de seguro en cualquier puesto a la orilla de la calle en menos de 5 minutos tendremos aparato y tiempo aire para cumplir con esas llamadas. Algo más que me recuerda que estoy en una fecha del Campeonato Mundial de Rallies. Al fin hemos llegado.
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Re: Viaje delegacion tica 2011 Wrc Mexico
En realidad la cuenta regresiva comenzó desde el momento en que me bajé del avión a mi regreso del WRC Corona Rally México 2010, en marzo pasado. Hoy tan solo faltan 109 días para regresar a esa hermosa tierra que por mucho se ha convertido en mi segunda patria.
Cuando viajé por primera vez al Corona Rally México en 2007, mi argumento era que esto es algo que se debe hacer al menos una vez en la vida (tal como los musulmanes deben peregrinar a la Meca, los amantes del rallismo debemos ir al menos a una fecha del WRC), y siendo que las tierras aztecas se encuentran relativamente cerca y es relativamente barato viajar allá, solo quedaba juntar los cincos y animarse a ir. Una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.
Al principio solamente se trataba de ver con mis propios ojos esos autos que representan tanto para mí; un deporte que amo, una pasión que corre por mis venas y que se convirtió en la excusa perfecta para convertirme en fotógrafo sin tener el más mínimo conocimiento necesario. Desde el principio el rally y la fotografía han venido de la mano, y han sido la motivación para encontrarme a mí mismo y definirme como persona. Antes de esto nada más divagaba por la vida sin rumbo, siendo y haciendo lo que se esperaba que fuera y punto. Descubrir el rally y posteriormente la fotografía comenzaron a moldear mi esencia como ser humano, pues hasta ese momento comencé a descubrir mi identidad y a sentirme compenetrado con ella, al punto de sacrificar tiempo y dinero que muchas veces no tenía con tal de estar en medio de lo que tanto me gusta.
Han sido tres viajes al hilo, todos diferentes entre sí pero a la vez tan parecidos en las emociones y sentimientos que han despertado en mí. Primero es esa ansiedad por que llegue el momento de subirme al avión y olvidarme por una semana de toda la rutina diaria del trabajo. Llegar al Distrito Federal me produce una excitación enorme por la anticipación de lo que me espera. Entrar al Boulevard Adolfo López Mateos me da una sensación de estar llegando a casa, y finalmente pisar el suelo del Poliforum León me regresa a la realidad de un sueño cumplido: ¡Estoy en el WRC!
Y es que es eso precisamente lo que me hace desear tanto volver cada año: sentir que no soy un extraño en tierras extrañas, sino todo lo contrario. Hay una atmósfera tan familiar en el ambiente desde que llegamos y que se mantiene durante los seis días que permanecemos allá. La primera vez éramos solo los compatriotas costarricenses, pero ahora se suman los muchos amigos mexicanos que hemos cosechado en tres años de asistir a este evento de clase mundial. Movernos por esa maravillosa ciudad que es León, caminar despreocupadamente por los callejones estrechos de Guanajuato, recorrer sin temor a perderse en esa Sierra donde pronto pasarán los World Rally Cars, todo eso bien vale la pena lo que cueste el viaje. Siempre es lo mismo pero nunca es igual.
A poco menos de 4 meses de volverme a subir al avión, la expectativa no puede ser menor. El próximo año -Dios mediante- muchos de los que hemos asistido repetiremos una vez más esta increíble aventura, pero se sumarán algunos amigos y amigas que por alguna razón no lo han podido hacer con anterioridad. En lo personal esto me motiva aún más porque todo aquello que tan solo he podido compartirles con la enorme emoción que me produce ahora lo podrán vivir en carne propia personas que estimo mucho y que siempre he querido tener cerca de mí cuando se levanta el sol en la Sierra de León indicándonos que pronto seremos partícipes de una de las mejores experiencias que un amante del rallismo jamás podrá vivir.
WRC Corona Rally México 2011 ¡allá vamos!
Cuando viajé por primera vez al Corona Rally México en 2007, mi argumento era que esto es algo que se debe hacer al menos una vez en la vida (tal como los musulmanes deben peregrinar a la Meca, los amantes del rallismo debemos ir al menos a una fecha del WRC), y siendo que las tierras aztecas se encuentran relativamente cerca y es relativamente barato viajar allá, solo quedaba juntar los cincos y animarse a ir. Una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.
Al principio solamente se trataba de ver con mis propios ojos esos autos que representan tanto para mí; un deporte que amo, una pasión que corre por mis venas y que se convirtió en la excusa perfecta para convertirme en fotógrafo sin tener el más mínimo conocimiento necesario. Desde el principio el rally y la fotografía han venido de la mano, y han sido la motivación para encontrarme a mí mismo y definirme como persona. Antes de esto nada más divagaba por la vida sin rumbo, siendo y haciendo lo que se esperaba que fuera y punto. Descubrir el rally y posteriormente la fotografía comenzaron a moldear mi esencia como ser humano, pues hasta ese momento comencé a descubrir mi identidad y a sentirme compenetrado con ella, al punto de sacrificar tiempo y dinero que muchas veces no tenía con tal de estar en medio de lo que tanto me gusta.
Han sido tres viajes al hilo, todos diferentes entre sí pero a la vez tan parecidos en las emociones y sentimientos que han despertado en mí. Primero es esa ansiedad por que llegue el momento de subirme al avión y olvidarme por una semana de toda la rutina diaria del trabajo. Llegar al Distrito Federal me produce una excitación enorme por la anticipación de lo que me espera. Entrar al Boulevard Adolfo López Mateos me da una sensación de estar llegando a casa, y finalmente pisar el suelo del Poliforum León me regresa a la realidad de un sueño cumplido: ¡Estoy en el WRC!
Y es que es eso precisamente lo que me hace desear tanto volver cada año: sentir que no soy un extraño en tierras extrañas, sino todo lo contrario. Hay una atmósfera tan familiar en el ambiente desde que llegamos y que se mantiene durante los seis días que permanecemos allá. La primera vez éramos solo los compatriotas costarricenses, pero ahora se suman los muchos amigos mexicanos que hemos cosechado en tres años de asistir a este evento de clase mundial. Movernos por esa maravillosa ciudad que es León, caminar despreocupadamente por los callejones estrechos de Guanajuato, recorrer sin temor a perderse en esa Sierra donde pronto pasarán los World Rally Cars, todo eso bien vale la pena lo que cueste el viaje. Siempre es lo mismo pero nunca es igual.
A poco menos de 4 meses de volverme a subir al avión, la expectativa no puede ser menor. El próximo año -Dios mediante- muchos de los que hemos asistido repetiremos una vez más esta increíble aventura, pero se sumarán algunos amigos y amigas que por alguna razón no lo han podido hacer con anterioridad. En lo personal esto me motiva aún más porque todo aquello que tan solo he podido compartirles con la enorme emoción que me produce ahora lo podrán vivir en carne propia personas que estimo mucho y que siempre he querido tener cerca de mí cuando se levanta el sol en la Sierra de León indicándonos que pronto seremos partícipes de una de las mejores experiencias que un amante del rallismo jamás podrá vivir.
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Re: Viaje delegacion tica 2011 Wrc Mexico
Bueno amios estamos a pocos dias del mejor viaje al wrc mexico 2011 por lo que todavia no se deciden les digo vamos no se van a arepentir aca les dejo mas info
http://www.facebook.com/edgar.quesada1? ... 2300665897
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